
Cada vez vemos más gente consumiendo marihuana . Hay una corriente que influye en la televisión y medios a favor del consumo. Se ha ido consolidando la idea de lo inocuo del consumo y se habla de los beneficios de esta droga. Se usan diferentes clichés como “es una hierba natural”; “todos la están fumando” ; “No es adictiva”; “No es tan dañina como el alcohol”, “no te da chuchaqui” ; “es medicinal”, “te calma” “te hace más creativo”.
Ya los padres se quedan cortos ante los argumentos de sus hijos que investigan en internet, y un simple consejo u orden no son suficientes, los padres necesitan hechos, argumentos para poder hablar con autoridad a sus hijos sobre el consumo de marihuana:
Para muchos la marihuana es la primara droga de consumo, y según estudios el consumo de esta siempre precede a otras drogas como cocaína, metanfetaminas, heroína etc. No hay una explicación bioquímica para esta situación pero las estadísticas no mienten. En conclusión consumir marihuana puede ser puerta de entrada a otras drogas.
Otra situación importante es que la potencia de la marihuana aumenta cada año y no es lo mismo la marihuana actual que la consumida por los hippies de los años sesenta. Algunas son 10 veces más potentes. A más potencia, más efectos secundarios como ansiedad, psicosis, vómito y más riesgo de adicción y más visitas a salas de emergencias médicas por efectos indeseables.
También es importante remarcar que la marihuana reduce las capacidades de aprendizaje. El consumo inicia generalmente en la adolescencia o a inicios de los veinte, cuando el joven está en una etapa de estudios secundarios o universitarios. Según los estudios hay mucho más consumo entre los estudiantes con malas calificaciones. Hay afectación de la concentración atención y memoria, y además cuando el consumo es muy fuerte a temprana edad puede haber efectos permanentes sobre el coeficiente intelectual.
El THC (químico de la marihuana) permanece en el cuerpo mucho tiempo después de haber consumido, almacenados en las células grasas del cuerpo y que puede ser liberado en momentos de estrés o de privación de la comida. Por lo que la persona podría tener efectos de consumo aún sin consumir. Bloqueando el pensamiento inteligente, la claridad mental y capacidad para aprender.
La marihuana si es adictiva, y desarrolla tolerancia, que significa que para tener el mismo efecto tiene que consumir mayor cantidad, además produce abstinencia con síntomas de irritabilidad, ansiedad, pesadillas, cambio de ánimo, tristeza, hiporexia (bajo apetito)
Otra situación es que la marihuana no cura ninguna enfermedad, aunque podría ayudar en algunos síntomas. Así que los jóvenes no necesitan para nada ningún efecto “medico” de la marihuana.
También la marihuana puede ocasionar cambios severos de ánimo como el llamado “síndrome amotivacional”, donde la persona entra en una situación de apatía , y abulia tremendas. Se pierde la ambición, hay menos socialización, baja energía, problemas de disciplina, Se pierde la autoconfianza y la autoestima es baja. En jóvenes propensos la marihuana puede producir situaciones más graves como crisis de pánico, paranoia, delirios, y aumento de tres veces el riesgo de suicidio.
Otros riesgos son la disminución de la capacidad para conducir que puede derivar en accidentes, debido a la dificultad para mantener la concentración para manejar, reacciones lentas. Además otro riesgo es la conducta sexual desinhibida con aumento de las enfermedades de transmisión sexual.
Hay que hablar con los hijos, darles información, escuchar sus dudas sin criticarlos. Obtener más información sobre riesgos más específicos. Acudir al CONSEP para consejos.