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 A veces los temores pueden ser tan variados , sorprendentes , raros,  bizarros.   Miedos irracionales, exagerados ,  pero que no se pueden controlar.  Desde los más común como el miedo a morir , hasta el miedo a las estatuas.   La vida está llena de situaciones buenas o malas pero no es  casualidad que  siempre los ansiosos pronostican cosas negativas.  El pensamiento del ansioso es como la alarma de un carro que se encuentra desajustada. Ante estímulos mínimos se enciende, perdiendo la objetividad de los hechos, siempre agrandando o exagerando las cosas, y esperando situaciones negativas o catastróficos.

Por ejemplo en el  miedo a morir, es uno de los más frecuentes ,y es debido a algunas veces a síntomas físicos , como taquicardia , falta de aire, entre otros , y a elaboraciones mentales que no tienen fundamentaciones lógicas o científicas.  Por ejemplo, falleció de un infarto el tío de una joven de 25 años, ella comenzó a temer que le suceda lo mismo debido a una cuestión hereditaria. A veces el miedo viene sin causa aparente y el pensamiento es tan intenso , que de alguna forma el sujeto ansioso piensa que por alguna especie de poder mental o fuerza extraña , llegará a ser realidad.   

El miedo a sufrir una enfermedad , como cáncer, SIDA, o algo muy grave a veces se origina asimismo , por la interpretación de algún hecho , el cual se agranda y exagera. A veces el conocer que un familiar tiene cáncer inicia los síntomas. Alguna molestia gástrica puede hacer pensar en cáncer de estómago.  Relaciones sexuales incluso con protección pueden hacer pensar en el contagio de HIV, y que puede persistir a pesar de exámenes HIV negativos en el transcurso del tiempo. Comienzan a presentar dudas sobre la calidad del preservativo o del riesgo de contagio a pesar de usarlo y un sinnúmero de inimaginables ideas que siempre conducen a las consecuencias más catastróficas.  Es muy común el miedo al infarto, debido a la gama de síntomas físicos de las crisis de pánico , como taquicardia, palpitaciones , dolor de pecho y falta de aire.  En el trastorno obsesivo compulsivo es frecuente el miedo a la contaminación con bacterias.

Otro frecuente, es el miedo a volverse loco , a perder el control , cosa que nunca sucede debido a que los trastornos de ansiedad distan mucho de lo que en psiquiatría llamamos “locura”. Sin embargo ese temor puede controlar y condicionar conductas de evitación. Lo más común es el temor a perder la razón y asesinar o herir a alguien, de hacer algo inapropiado , como proferir insultos , palabras soeces o hacer algo vergonzoso.  En las crisis de pánico existe lo que llamamos despersonalización (sensación de no ser uno mismo), y desrealización (sensación de estar en un lugar desconocido), que refuerzan la idea de la posibilidad de volverse loco.

Miedo a salir a los espacios abiertos, a estadios de futbol, a conciertos , a cines, a lugares en los que es difícil escapar en caso de necesitar auxilio médico. Lugares donde hay multitudes y donde se experimenta la sensación de “falta de aire”.

El miedo a viajar, es muy similar al anterior.  En un auto o bus , en una carretera es difícil encontrar un punto de atención médica en caso de necesidad, lo cual puede ser muy frecuente en las personas con trastorno de ansiedad y que tienen síntomas físicos que son muy molestos , más aún si existe la creencia de muerte inminente.  Debido a esto la persona ve limitado su campo de acción, incluso abandona trabajos, se aísla en casa y cae en depresión.

El miedo a no poder respirar , se origina en los síntomas físicos de la crisis de ansiedad , como la sensación de nudo en la garganta , dificultad para tragar , opresión de pecho , falta de aire.

 En el Miedo a hablar en público, el sentirse centro de atención , puede en algunos acarrear numerosos síntomas físicos molestos y que refuerzan el miedo , ya que son visibles para los demás y pueden ser motivo de vergüenza y evitación futura, tales como sudoración excesiva , voz débil o entrecortada , rubefacción, temblor, sensación de desmayo.

En fin, los miedos son diversos y deben ser trabajados desde el cambio del estilo de pensamiento, haciendo observar al sujeto la diferencia entre lo imaginado y lo real, tratando de que la persona haga un juicio crítico de sus ideas , de sus temores, y que entienda que una cosa muy distinta puede ser lo que uno imagine o piense de lo que en realidad sucede.

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