
En muchos casos la psicoterapia es más eficaz que una medicación. En otros es indispensable el uso de algún fármaco. La evaluación individual determina que es lo más conveniente para el paciente. Muchas veces se aplicará un tratamiento combinado, que es la administración de algún psicofármaco , complementado por una psicoterapia.
Lo más conveniente siempre es trabajar de forma conjunta con psicólogo y psiquiatra para reforzar los beneficios y tratar de que el tratamiento farmacológico y psicoterapéutico sean lo más breve posible.
En cuanto a lo medicamentoso siempre se intenta dar la cantidad mínima necesaria. Muchas veces para un paciente con una crisis de angustia, pánico es indispensable la la administración de un medicamento que calme esta ansiedad (ansiolítico) , y su uso está más justificado todavía si nuestro paciente tiene síntomas psicóticos( alucinaciones, voces , delirios , etc), y aquí existe la obligatoriedad de indicar un medicamento , y de no hacerlo cometeríamos una grave omisión. Y solo estamos enumerando una mínima parte de los trastornos existentes.
Muchas veces una medicación facilita , en pacientes difíciles, el proceso psicoterapéutico, o sea que da un empuje para que la persona participe y asimile las terapias psicológicas, pero es verdad también que primero hay que agotar las herramientas psicológicas antes de indicar una medicación, la cual de inicio se trata de evitar, con el fin de fomentar la autoeficacia del paciente y evitar los efectos secundarios de un fármaco.
Bien manejada , la medicación es un arma poderosa y con grandísimos beneficios, pero es insuficiente , ya que puede crear la sensación de solución total de los problemas, pero en la mayoría de los casos no garantiza un cambio sostenible a lo largo del tiempo, cosa que si lo puede generar la terapia psicológica, a través del cambio conductas negativas , reforzamiento de las positivas, del trabajo en rasgos de personalidad , conflictos familiares etc.
Muchos rechazan la medicación por varios motivos, por eso resulta importante explicar que hay un componente biológico en algunos trastornos (por dar un ejemplo esquizofrenia, trastorno bipolar), que al igual que otras enfermedades por ejemplo diabetes , hipertensión necesita ser tratado farmacológicamente. Se deben dar nociones mínimas de la química cerebral que el paciente debe comprender.
Algunos en cambio no rechazan la medicación pero esperan cambios milagrosos, o demandan aumento de dosis, otros solicitan indicación de fármacos aunque no sea necesario. En estos casos se trata de explicar como son las cosas , y de que no se trata de hacer lo que a uno le parece, sino , lo que es correcto para cada caso.
También se debe trabajar con el paciente la idea de lo “natural” o de lo “químico”, y aclarar ciertos puntos como por ejemplo explicar que nunca las Flores de Bach podrán reemplazar a un fármaco antipsicótico en la esquizofrenia.
De parte de los profesionales y pacientes , no debe haber una posición “ a favor “ o “en contra “ de el uso de fármacos. Cada caso es cada caso , y hay protocolos de manejo para cada patología en la cual habrá una indicación precisa y una justificación para el uso de psicofármacos.
De parte del paciente , existen mitos y creencias sobre los psicofármacos, como por ejemplo , que modifican la voluntad de quien las toma, deterioran la inteligencia, perjudican el funcionamiento del cerebro, te vuelven adicto, “si el doctor me indica fármacos es porque piensa que estoy loco”, etc.
Es obligación del profesional informar , y explicar sobre el porqué la indicación de un fármaco , sus beneficios , su forma de actuar, sus posibles efectos adversos, pero también es deber del paciente informarse , y desmitificar muchas creencias erróneas respecto a los mismos, ya que todo esto puede boicotear un tratamiento.
La medicación psiquiátrica es delicada y siempre debe estar manejada por un especialista Muchas veces es indispensable y el médico es el llamado a decidirlo. La mayoría de las veces la indicación de fármacos es insuficiente, ya que es necesario también trabajar psicoterapéuticamente en lo individual , familiar y social.