El trastorno dismórfico corporal, se caracteriza por preocupación excesiva por algún defecto físico mínimo o imaginario, enfocado en cualquier parte del cuerpo pero generalmente en zonas como los senos, glúteos, piernas, nariz, las orejas o cualquier parte de la cara e incluso los órganos sexuales.
Debe ser frecuente la visita de estos pacientes a las clínicas de cirugía plástica , aunque las estadísticas dicen que solo 2% de los pacientes que solicitan cirugía estética correctora sufren este trastorno.
Es un de tipo crónico de difícil remisión, que inicia en la adolescencia generalmente y que en el transcurso del tiempo suma preocupaciones sobre diferentes partes del cuerpo.
Conocí recientemente el caso de un joven con SIDA, que a pesar de poseer complicaciones propias de su patología y de encontrarse en un estado de salud muy precario, insiste en realizarse al menos “dos cirugías por año” , en la zona de mentón, nariz y glúteos por lo pronto. Recalca que su idea no es convertirse en un travesti sino más bien verse más varonil, adelantándose a que serán necesarias más cirugías en otras partes del cuerpo. Tiene rasgos obsesivos intensos y rasgos de una personalidad muy inestable, con el antecedente de haberse sentido discriminado en el colegio secundario, queriendo cambiar su rostro y cuerpo para borrar esa fea etapa de su vida.
El trastorno dismórfico corporal puede llegar a ser incapacitante y los que lo padecen tienen problemas sociolaborales y familiares. Un alto porcentaje no se casan o se divorcian, y se aíslan debido a su supuestos defectos físicos. Las múltiples cirugías plásticas generalmente agravan el problema ocasionando mayor aislamiento todavía. Vienen episodios de depresión , ansiedad, ideación suicida que complican más aun este trastorno.
El reconocimiento y aceptación de que la inconformidad con alguna parte de cara o cuerpo, tiene su origen en un problema psicológico puede lograr beneficios terapéuticos, al cortar una cadena de chequeos médicos con intervenciones quirúrgicas innecesarias. Se ha considerado como tratamiento diferentes tipos de psicoterapia para recuperar la autoestima y disminuir esa necesidad de “perfección”. Además contamos con el apoyo de la farmacoterapia con antidepresivos y antipsicóticos.
Pero si el paciente tiene un defecto físico real no imaginario en su cara, cual sería la solución?
Si un avión tiene una ala torcida cual sería la solución?