Las fiestas de navidad y año nuevo son motivo de alegría y entusiasmo, pero en estos tiempos de crisis, soledad, e incertidumbre laboral, el balance sobre año que termina en algunos originan frustración, y síntomas característicos de ansiedad y depresión. El cuerpo está extenuado y pidiendo vacaciones, tolerando un nivel elevado de estrés en el último mes del año
Cada 31 de diciembre constituye un hito en la vida de las personas, capaz de reactivar cuadros clínicos ya controlados o dar origen a situaciones emocionales que motivan la consulta profesional, ya que, la terminación de un año implica culminar un ciclo e inicia otro, y nos lleva a evaluar sobre lo ganado y lo perdido, los éxitos y fracasos. También las fiestas incluye el recuerdo doloroso de fechas similares, de los seres queridos que fallecieron, el reconocimiento del paso del tiempo. .Sentimiento de malestar que producen las pérdidas vividas, que pueden ser afectivas o económicas. Por otro lado, la incertidumbre de toda etapa que comienza induce a la persona a presentar anticipación aprehensiva ante los acontecimientos, síntoma característico de los trastornos de ansiedad, que además pueden incluir inquietud, falta de aire palpitaciones, problemas de sueño, fatigabilidad. Los síntomas depresivos pueden incluir sensación de pérdida, apatía, falta de disfrute y de interés por el futuro y sentimiento de desesperanza.
Es probable caer en obligarse a organizar reuniones, a excesivo consumo comidas o bebidas, como un modo de canalizar esas presiones, y luego se puede presentar síntomas de depresión como consecuencia de los excesos.
Los tips para estar mejor. El Dr. Sivak, basado en documentos de la Asociación Americana de Psicología, acerca un punteado de sugerencias para que el estrés no nos gane, que transcribo a continuación:
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1. Reconocer la posibilidad del estrés en las fiestas y decidir afrontarlo. Piense si le ha ocurrido pasar por episodios de ansiedad o depresión antes durante o después de las fiestas? ¿Siente mayor estrés? ¿Siente irritabilidad, ansiedad, distracción, irritación, angustia, o malestares psicosomáticos? Ha notado que duerme peor, busca auto medicarse, aumenta el consumo de tabaco alcohol o estimulantes?
2. Identifique los factores de estrés de las fiestas. ¿Cuáles cree que son las situaciones de las fiestas que aumentan el malestar? ¿Tienen relación con las reuniones, las relaciones familiares, los balances personales, la situación de aislamiento, las pérdidas? ¿Teme escenas de soledad o por lo contrario encuentros enojosos que superen su posibilidad de superarlos?
3. Propóngase afrontar más saludablemente las fiestas de a poco. Elija a qué reunión concurrir, disminuya el “apoyarse” en bebidas o medicación para tolerar situaciones y organice encuentros gratos
4. Haga balances realistas del año “perdonándose” sus limitaciones si no pudo cumplir todos sus proyectos. Trate de analizar objetivamente los factores que influyeron en las dificultades
5. No se exija “estar feliz” de modo artificial. Trate de rescatar sus afectos y valores genuinos
6. Cuídese. Respete sus necesidades y sentimientos Dedíquese a actividades que disfrute y le resulten relajantes. Haga caminatas en lugares abiertos, con regularidad, elija comidas apropiadas a nuestro clima y sus necesidades y asegúrese de descansar lo suficiente
7. Pida ayuda. Utilice este período para retomar el contacto con amigos y familiares y fortalecer su red de apoyo. Si se siente agobiado por el estrés y detecta indicadores de angustia, ansiedad o depresión, considere el buscar ayuda profesional
8. Permítase deseos gratos y realistas para el próximo año
Concluimos con esto el 2011, agradeciendo por su acompañamiento semanal a este segmento médico. Deseamos que el año que viene sea venturoso, continuar con el mismo ánimo y dedicación, esperando haber sido y continuar siendo un valioso aporte para todos ustedes.