
La diabetes y la depresión son enfermedades crónicas muy comunes, que causan considerable sufrimiento, muerte prematura y consumen grandes recursos de salud.
Hay coexistencia de diabetes con depresión y se calcula que el número de diabéticos aumentará debido a la forma de vida sedentarios y los índices de obesidad actuales.
EFECTOS DE LA DIABETES SOBRE EL ESTADO DE ÁNIMO.
La diabetes por varios factores puede llevar a un estado depresivo, primero el hecho de padecer una enfermedad que hasta ahora no se le ha encontrado cura, puede ser sentida como una carga pesada, vista con desesperanza y por lo tanto llevar a tristeza, ya que ésta se presenta ante situaciones que nos es imposible modificar, cambiar.
Se ha visto también que el mal control de la glucosa puede contribuir con los síntomas depresivos. Los pacientes que logran un mejor control del azúcar en sangre tienen niveles más bajos de depresión y una mejor calidad de vida.
Los pacientes con depresión percibían como un mayor peso a la diabetes, experimentando hasta el doble de síntomas físicos que los pacientes sin depresión, y también la calidad de vida es peor en los pacientes en los que existe diabetes más depresión que en los que tienen cualquiera de las dos enfermedades de forma aislada.
Entre los pacientes con diabetes, la presencia de depresión comórbida se asocia a unos niveles más bajos de cumplimiento con los programas de educación diabetológica, ejercicio físico, toma de antidiabéticos orales, intervenciones dietéticas y tasas más elevadas de complicaciones diabéticas incluidas neuropatía diabética, retinopatía , enfermedad vascular , disfunción sexual.
EFECTOS DE LA DEPRESION SOBRE EL DESARROLLO DE DIABETES
La depresión mayor, produce un estado de resistencia relativa a la insulina(hormona que permite disponer a las células de azúcar), incluso en pacientes sin diabetes. En los diabéticos, los niveles de azúcar en sangre pueden aumentar durante los episodios depresivos mayores y el éxito del tratamiento de la depresión puede mejorar con el control de la misma.
Existe asociación entre la depresión inicial y los factores de riesgo de diabetes debido a ésta son:
- un índice de masa corporal mayor
- cifras más altas de insulina basal
- resistencia a la insulina
- mayor ingestión calórica
- menor actividad física
Existe una tendencia a la resistencia a la insulina en varones, con depresión melancólica y también la depresión produce cantidades excesivas de corticoesteroides que puede influir en la utilización alterada de la insulina.
En consecuencia, la depresión puede representar un riesgo dual de diabetes, aumentando en primer lugar la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 y luego incrementando el riesgo de complicaciones médicas en quienes sufren la enfermedad.
DIAGNOSTICO
Los pacientes con diabetes plantean retos especiales para el diagnóstico de la depresión mayor, puesto que la propia enfermedad puede provocar alteraciones del sueño, el apetito y los niveles de energía que se asemejan a una depresión. Además, se espera cierto grado de desmoralización en las personas afectadas por una enfermedad que no remite
Esta desmoralización intermitente puede ser frecuente pero un estado de ánimo persistentemente deprimido, la pérdida de interés por las actividades habituales indican la presencia de depresión mayor, de manera semejante, la sensación de culpa excesiva, los sentimientos de desesperanza o de falta de valor y cualquier idea suicida no forman parte de la adaptación psicológica sana a la diabetes, sino que son síntomas de un trastorno depresivo.
TRATAMIENTO
Hay que mejorar el cumplimiento terapéutico , promoviendo el control de azúcar en sangre y mejorando la calidad de vida. Ciclos de de terapia cognitivo conductual para la depresión más un programa de educación diabetológica. Existen además, varias opciones en cuanto a tratamiento farmacológico para la depresión.